¡Cómo cambian las tornas!, los de ayer no éramos unos cientos ni sólo jóvenes......curioso cambio en el periodico
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REGIÓN MURCIA
Más de 3.000 personas secundan la manifestación de 'Murcia no se vende' «contra el 'tsunami' urbanístico»
Ingleses y franceses se unen para pedir a sus compatriotas que «rehabiliten casas viejas en lugar de comprar en 'resorts'»
EN LA GLORIETA. Los ecologistas despliegan su pancarta de Murcia no se vende sobre un cartel de Agua para todos, en el balcón del Ayuntamiento de Murcia. / VICENTE VICENS / AGM
Esta vez luchaban con la propia naturaleza: pasar el sábado en la playa o acudir a la manifestación en defensa de la naturaleza, la cultura y el futuro sostenible, contra la especulación y la corrupción. La afluencia se triplicó ayer en comparación con la concentración desarrollada en febrero. Más de 3.000 personas secundaron la convocatoria organizada por la coordinadora La Región de Murcia no se vende, compuesta por 50 organizaciones ecologistas, sociales, vecinales y políticas.
Coreando sin parar consignas como Agua para golf-os, Basta ya de corrupción o No queremos un mundo Polaris, y con música de Manu Chao amenizando el evento, los manifestantes empezaron a congregarse en la plaza de Santo Domingo de Murcia hacia las 18.00 horas. Media hora después, miles de defensores del medio natural y detractores de las grandes urbanizaciones residenciales cercanas a playas y parajes naturales, se dirigían hacia la Glorieta a través de Trapería y la plaza del Cardenal Belluga. Desde allí se organizó una expedición al jardín de San Esteban, donde se leyó el manifiesto.
«Hoy en la Región de Murcia estamos viviendo una encrucijada. De una parte, tenemos el camino que nos ofrece la hermandad del hormigón, formada por buena parte de las élites gobernantes y las grandes empresas inmobiliarias y constructoras, campos de golf y urbanizaciones. De otra, tenemos el camino de un desarrollo que respete, cuide y trate con inteligencia nuestro territorio, nuestros valores culturales y sociales y nuestros recursos naturales», rezaba el manifiesto.
«Entre todos estamos consiguiendo que frente al tsunami urbanístico que asola la Región -defienden los portavoces de la plataforma-, esté creciendo una imparable marea de resistencia ciudadana que los profetas del ladrillo no se esperaban».
Entre un ambiente festivo, musical y relajado -globos de colores, músicos callejeros, gorros de bufones, pitos y camisetas con lemas ocurrentes-, se podían ver caras conocidas de ecologistas, políticos del PSOE e IU y de sindicalistas, pero eran una minoría. Jubilados, familias con niños pequeños, inmigrantes, chavales con patines y, lo más chocante, ingleses y franceses residentes en la Región. «Me da vergüenza que los británicos compren casas hechas en zonas naturales. Yo vivo en Ricote y desde hace dos años cada vez veo más casas que ocupan montañas preciosas», se lamenta la inglesa Claire Callaghan bajo una pancarta con el lema If you come to buy and destroy, go home. Resorts ruin our enviroment (Si vienes a comprar y destruir, vete a tu casa. Las urbanizaciones de lujo arruinan nuestro medio ambiente). «Yo y mis amigos ingleses y franceses pensamos que es una buena idea que compren casas viejas para rehabilitarlas en lugar de comprar casas en resorts. Deberían hacer publicidad de esa idea».
Precisamente sobre el valle de Ricote se despachó Begoña García Retegui, diputada regional del PSOE: «Hay una connivencia entre los alcaldes de estos municipios y ciertos empresarios para que estos últimos vendan propiedades en terrenos que aún no han sido recalificados como urbanizables en los planes parciales».
Por supuesto, al final lío de cifras: mil manifestantes, según la Policía Local; 15.000, de acuerdo a los organizadores.
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