LAS SALINAS DE MARCHAMALO ¿ABANDONADAS A SU SUERTE? ¿VA A SER TAMBIÉN EL LADRILLAZO? Mientras, se reciben fondos europeos para su conservación.
“ANSE denuncia una alta mortalidad de peces en las Salinas de Marchamalo” (Mar Menor)
FOTO: J.E. La Manga
La Asociación de Naturalistas del Sureste, que ya denunció el pasado mes de noviembre la lamentable situación del espacio protegido de las Salinas de Marchamalo, ha denunciado el día de hoy ante la Comunidad Autónoma la mortalidad de decenas de ejemplares de peces en las charcas de las Salinas situadas a la entrada de La Manga.
El presidente de la Asociación, Pedro García, ha mantenido una conversación con el Responsable Técnico de guardia de la Dirección General del Medio Natural, Consejería de Industria y Medio Ambiente, pidiéndole una actuación urgente. La Consejería ha enviado a última hora de la tarde a personal del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de El Valle para la recogida de muestras de peces y agua, con el fin de determinar la causa de su muerte.
Miembros de la Asociación, y representantes de la Asociación de Vecinos de La Manga, han visitado el día de hoy las Salinas y dado la voz de alarma. Ambas entidades habían denunciado que el abandono y degradación de las Salinas de Marchamalo puede acabar a corto plazo con los excepcionales valores naturales y culturales de este espacio, poniendo en riesgo la financiación europea para la conservación de la Naturaleza.
En principio, ANSE considera que la mortalidad podría deberse a la mala situación en que se encuentran las salinas, con un bajo nivel de aguas y alta concentración de sal, que unido a las elevadas temperaturas podrían haber limitado enormemente el oxígeno disponible en el agua de buena parte de las charcas, provocando todos estos factores la mortalidad de un gran número de mújoles, la mayoría de gran tamaño. No obstante, la Asociación espera que los resultados de los análisis terminen fielmente la causa de estas muertes, aunque habrá que estar vigilantes para ver si la mortalidad continúa en días sucesivos.
Para ANSE no hay lugar a dudas: “las salinas de Marchamalo están al borde de desaparecer como humedal”. Estas Salinas son un enclave de elevadísimo valor ambiental y cultural, tal y como lo atestiguan las múltiples figuras de protección que les dan cobertura habiendo sido propuestas como LIC (Lugar de Importancia Comunitaria), estando designadas como ZEPA (Zonas de Especial Protección para las Aves) y encontrándose incluidas en el Paisaje Protegido de “Islas y Espacios Abiertos del Mar Menor”. Por si esto fuera poco, forman parte de la Zona de Especial Protección e Interés para el Mediterráneo (ZEPIM) y del Humedal de Importancia Internacional Ramsar.
Las Salinas de Marchamalo son, junto con las Salinas de San Pedro, las únicas en la Región de Murcia que presentan una lámina de agua permanente acogiendo un importante contingente de aves acuáticas reproductoras e invernantes, así como una interesantísima población de fartet (Aphanius iberus), un pececillo endémico amenazado. El resto de salinas del litoral se encuentra abandonadas (por ejemplo, las Salinas de Lo Poyo o las de Rasall en Calblanque) o bien están siendo urbanizadas o lo serán en breve (caso de Mazarrón y Los Narejos).
Según habían comprobado a finales de 2005 técnicos de la Asociación, el abandono de la actividad salinera estaba conduciendo a la desecación de los estanques y a una acumulación progresiva de sales, ya que éstas no se retiran. Ya entonces se advirtió que futuras inundaciones de los estanques, sin retirada previa de la sal, produciría a medio plazo una degradación del humedal cuando la salinidad superase los niveles máximos soportados por las especies más interesantes como, por ejemplo, el fartet. Por otro lado, si no se llenan los estanques, el actual proceso de desecación que ya ha ocasionado la pérdida de varios de ellos, seguirá extendiéndose al resto. A su vez, la pérdida de parte del agua por evaporación, ocasionará la progresiva salinización de los mismos, acabando con todas las formas de vida. Este proceso ya ha comenzado, y resulta visible, al comprobar la desaparición de aves acuáticas tanto de los estanques que se han secado, como de otros con altísimas concentraciones salinas.
Resulta paradójico que esta degradación se esté produciendo precisamente cuando la Dirección General del Medio Natural ha obtenido cuantiosos fondos comunitarios dentro de un proyecto LIFE para la conservación del fartet (diversos carteles informan del proyecto sobre el terreno). A juicio de ANSE, la pasividad de la Consejería de Industria y Medio Ambiente está poniendo en riesgo dicha financiación. En este sentido, parece claro que el Consejero saliente estaba más preocupado en apoyar los desarrollos urbanísticos en el entorno de los Espacios Abiertos del Mar Menor (caso de Lo Poyo o Novo Carthago) que en conservar los espacios litorales.
No obstante, el abandono de la práctica salinera no es la única amenaza que se cierne sobre este humedal, la presión urbanística a la que está sometida o el vial planteado por la propuesta de nuevo planeamiento para Cartagena contribuirían notablemente a su degradación. No debe olvidarse que la mayor parte de las salinas son propiedad de una de las empresas del conocido constructor Mariano Roca.
ANSE entregará el lunes un escrito formal de denuncia ante la Consejería de Medio Ambiente, y estudia el envío de una queja a la Comisión Europea.
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