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7/06/2005

ANSE PRESENTA UN PROYECTO PARA LA RECUPERACIÓN DE ARENALES EN LA COSTA DE LA MANGA

Cartagena, 05 de julio de 2005



La Asociación pretende que los arribazones de Posidonia oceanica que llegan a las playas no se arrojen a vertederos como ocurre en la actualidad, y plantea su reutilización en tareas de restauración de arenales costeros y playas, con una experiencia en el frente de la playa de Las Amoladeras (t.m. de Cartagena).



La Asociación de Naturalistas del Sureste presentó hace varias semanas a la nueva Jefatura de la Demarcación de Costas en Murcia del Ministerio de Medio Ambiente una propuesta para el desarrollo de un proyecto de conservación y recuperación de arenales costeros en La Manga utilizando para ello los enormes depósitos de la planta, que no alga, posidonia oceanica, que el mar arroja a las playas.



Tan solo en la zona sur de La Manga, perteneciente al Término Municipal de Cartagena, los servicios de limpieza han retirado entre los meses de marzo y mayo de 2005 casi 8.000 toneladas de arribazones de posidonia oceanica, que se han arrojado indebidamente al vertedero de El Gorguel. En el caso de la zona norte de La Manga, perteneciente al Municipio de San Javier, las máquinas han estado retirando arribazones durante más de un mes, trasladándolos a zonas de cultivo situadas en pedanías de la ribera interior del Mar Menor. Teniendo en cuenta que los depósitos son mayores en la zona de La Manga perteneciente a San Javier, la Asociación estima que los arribazones retirados en lo que va de año en La Manga podrían aproximarse a las 20.000 toneladas, e incluso superarlas.



Además de “hojas muertas” de posidonia, ANSE recuerda que la recogida de arribazones de la orilla mediterránea de La Manga implica la retirada de cantidades de arena en algunos casos muy significativa, que podría oscilar entre un 10 y un 30 % del total de los materiales recogidos, lo que contribuye de forma clara a la regresión de algunos tramos de playas.



Aunque son ya varios los Ayuntamientos que apoyan campañas para que los bañistas comprendan el valor de la posidonia, los servicios de limpieza de los mismos siguen retirando los arribazones de las playas, ante la demanda de los miles de turistas que colapsan la costa de La Manga.



El proyecto planteado por ANSE pretende que parte de los arribazones de esta planta marina, que conforma extensísimas “praderas o bosques marinos “en todo el frente sumergido de La Manga, entre los 0,5 y los 25 metros de profundidad aproximadamente, y que durante cientos de años ha contribuido tanto a la misma formación de arenales como a su protección contra la acción de los temporales, se trasladen en época estival a aquellas zonas con menor densidad urbanística y, tras un proceso de secado y tratamiento previo, y su mezcla con arena, permita la revegetación posterior mediante flora autóctona de los arenales costeros, con el fin de fijar esas arenas y comprobar su eficacia para evitar la regresión en algunos tramos.



ANSE considera que, no obstante, los Ayuntamientos deberían de evitar la retirada sistemática de todos los arribazones, y hacerlo solo en aquellas zonas de mayor densidad de población y mayores molestias para el baño. Incluso, la Asociación considera que parte del material retirado debería volver a depositarse fuera de la temporada de baño nuevamente en las zonas con mayor acción de los temporales, como freno importante a la regresión de las playas.



La Asociación mantuvo hace dos semanas una reunión con representantes de la Dirección de Costas en Murcia y del Ayuntamiento de Cartagena en La Manga para estudiar la posible colaboración de las dos entidades en el proyecto, habiendo mostrado ambos organismos su total disposición en apoyar y participar en una experiencia piloto a desarrollar durante los próximos meses. La Asociación espera que también pueda realizarse algún trabajo similar en la zona de La Manga perteneciente al municipio de San Javier.



ANSE denuncia, no obstante, que el desarrollo urbanístico actual de zona norte de La Manga, y la grave situación hacia la que se encamina recomienda el establecimiento de una “MORATORIA URBANÍSTICA”, que tenga como objetivo salvar los últimos arenales aún sin urbanizar, con el fin de evitar el aumento del colapso urbanístico y de tráfico, y permitir el desarrollo de experiencias de conservación como la que se plantea.



Si no es así, difícilmente podrá encontrarse una alternativa razonable y viable económicamente para evitar la regresión generalizada de la línea de costa, agravada notablemente como consecuencia de paseos marítimos y muros de contención en primera línea de playa, y a la reducción de aportes de arenas por los ríos situados al norte, además del muy probable aumento de la acción erosiva del mar como consecuencia del cambio climático.