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5/15/2008

Greenpeace destapa contrabando de carne de ballena en la flota japonesa

Activistas de Greenpeace han mostrado esta mañana en Tokio una caja de carne de ballena obtenida de forma ilícita por un tripulante del Nisshin Maru, el buque factoría de la flota japonesa, tras su campaña de caza de ballenas en aguas del Santuario Antártico. Justo después, los activistas la llevaron ante la oficina del Fiscal General en Tokio como prueba de la corrupción existente en el programa de “caza científica” de ballenas apoyada por el Gobierno japonés.

En una investigación que ha durado cuatro meses, Greenpeace ha obtenido pruebas de un amplio fraude en el que estaban implicados tripulantes del Nisshin Maru, que se llevan las mejores piezas de carne de ballena procedente del llamado programa de “caza científica” de ballenas, sacándolas del barco camufladas entre su equipaje personal, para posteriormente comerciar ilegalmente con ella.

Cuando el Nisshin Maru llegó a Japón el 15 de abril de 2008 procedente de aguas antárticas, y gracias a la información proporcionada por empleados de Kyodo Senpaku, la compañía que gestiona la flota ballenera japonesa, Greenpeace pudo documentar la descarga de contrabando de carne de ballena desde el barco a un camión especial. La operación tuvo lugar a la vista de los oficiales de Kyodo Senpaku y de la tripulación. La mercancía fue documentada por activistas de Greenpeace desde que dejó el barco hasta su llegada a un almacén en Tokio.

Greenpeace interceptó una de las cajas enviadas a una dirección privada, donde puedo verificar su contenido y comprobar el fraude. La nota de la mercancía afirmaba que la caja contenía “cartón” pero en realidad en su interior había 23,5 kg de carne de ballena salada de la mejor calidad, valorada en 2.000 euros. Un informador declaró a Greenpeace que decenas de tripulantes sacaron hasta 20 cajas como éstas cada uno.

Investigaciones posteriores en locales y restaurantes en diferentes lugares de Japón confirmaron que se encontraban a la espera de la llegada de carne de ballena procedente de la caza de este año, pese al hecho de que la Agencia Pesquera de Japón y el Instituto de Investigación de Cetáceos no libera la carne para su venta hasta finales de junio de 2008.

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